Vehículos de recompensa
Antes del inicio de la operación Barbarroja, se optó por mejorar las capacidades antitanque del Pz.Kpfw. IV añadiéndole un cañón de 50 mm Kw.K. L/60. Sin embargo, durante la campaña del verano-otoño de 1941, las batallas contra el T-34 y el KV soviéticos demostraron que necesitaba un cañón mucho más potente. El 75 mm Kw.K. 40 L/43, con su prominente freno de boca piriforme sirvió de remplazo. Los proyectiles de alta penetración de este cañón podían atravesar fácilmente cualquiera de los blindados producidos en masa en aquella época a una distancia de más de 1,5 km.
Este es un vehículo de recompensa. Los vehículos de recompensa tienen estatus de élite, obtienen más experiencia por batalla, proporcionan una variedad de bonificaciones adicionales y no requieren desarrollo.
Las características corresponden con vehículos con tripulaciones entrenadas al 100 %.