En esta serie, recordamos el pasado y los acontecimientos que tuvieron lugar tal día como hoy durante la Segunda Guerra Mundial.
Erwin Rommel fue uno de los comandantes más destacados y respetados de la Segunda Guerra Mundial. Sus dotes de mando y liderazgo se mostraron por primera vez durante la Gran Guerra, y recibió numerosos galardones como la Cruz de Hierro de Primera Clase y la Pour le Mérite, la mayor distinción del ejército alemán en aquella época.
Durante la Segunda Guerra Mundial, su fama se extendió por todo el mundo; en concreto, fue gracias a su mando sobre las fuerzas alemanas en Francia y la Campaña del Norte de África, entre 1941 y 1943. Sus hazañas y éxitos le valieron el apodo de Zorro del Desierto en la prensa británica.
Muchas de las batallas que libró el Afrika Korps en 1941 se centraron en la localidad portuaria de Tobruk, Libia, un lugar de relevancia estratégica. El sitio de Tobruk duró 240 días, pero hacia el final, Rommel empezó a percibir que tenía pocas probabilidades de vencer.
Cuando los Aliados vieron que la victoria estaba cerca, emprendieron la Operación Crusader en noviembre de 1941 para tratar de expulsar a los alemanes de la zona. A pesar de todo, las fuerzas de Rommel plantaron cara e infligieron grandes pérdidas en las filas británicas. Sin embargo, el 7 de diciembre de 1941, la falta de recursos y refuerzos llegados de Italia obligaron a las fuerzas de Rommel a replegarse y abandonar el sitio.
Rommel con la 15.a División Panzer en el Norte de África
El mando británico no creía que el Afrika Korps fuese a retirarse demasiado tiempo, pero tampoco contaba con que atacaría tan pronto. En vez de consolidar sus defensas, siguió avanzando hacia Trípoli, dispersando sus líneas a gran distancia. Además, la Royal Air Force estaba ocupada apoyando a las fuerzas británicas en Malta, lo cual parecía más urgente.
Sin embargo, Rommel se había puesto a trabajar inmediatamente y no tardó en recomponer sus fuerzas. Su nuevo emplazamiento en El Agheila estaba más próximo a las líneas de suministro del Eje y sus filas contaban con nuevos carros llegados de Alemania. Con sus nuevos refuerzos, suministros y armas, Rommel asestó un golpe devastador a los Aliados el 21 de enero de 1942, cogiéndolos totalmente por sorpresa.
El alto mando del Eje también se quedó atónito: los italianos solicitaron que Rommel regresase y se negaron a apoyar la iniciativa. Sin embargo, Rommel jamás había tenido miedo de rechazar las órdenes y continuó su ofensiva, que logró recuperar grandes trechos de territorio, incluyendo la ciudad de Bengasi, donde había un gran arsenal británico. En solo dos semanas, el Eje volvía a estar a 56 km de Tobruk. Desde allí, lograron perseguir a los británicos hasta Egipto. Aquella fue la última victoria realmente decisiva del Eje en la Campaña del Norte de África.
Rommel se dirige a sus tropas
¡Recordad el pasado y vivid para el futuro, comandantes!