¡Comandantes!
Una vez más, nos alegra poder patrocinar «La mayor exhibición de acorazados del mundo» en el Tankfest 2019. El año pasado nos asociamos con el «Musée des blindés», el museo de carros de combate francés sito en Saumur, para traer al glorioso B1 al evento. También con su ayuda, esta vez le toca el turno al mayor felino del campo de batalla: el Panther... No perdáis ni un minuto más y sumergíos en la historia del «Bretagne».
El escuadrón Besnier
Estamos en agosto de 1944 y la ciudad francesa de Châteaubriant ha sido liberada por las tropas estadounidenses. Un teniente de caballería de la reserva y aguerrido combatiente, Guy Besnier, se encarga de reunir un equipo de reconocimiento para el F.F.I (Forces Françaises de l'Intérieur, un organismo destinado a unificar todos los bandos de la resistencia). Más tarde, este se convertirá en el Primer Equipo de Reconocimiento Móvil. Su misión es muy sencilla: proteger los depósitos abandonados por las tropas alemanas. A finales de agosto, el escuadrón Besnier pone rumbo al sur y cruza el río Loira con el objetivo de comprobar las posiciones enemigas.
Dos meses más tarde, los alemanes siguen plantando cara y el escuadrón Besnier se enfrenta a las unidades alemanas en los alrededores de Saint-Michel-Chef-Chef (sí, el nombre es real). El despliegue de dos Panhard 178 y varios morteros permiten la retirada de las tropas francesas; por su conducta bajo fuego enemigo, Besnier es ascendido a capitán.
Noticias de un Panther
Más tarde durante ese mismo mes, se unen al escuadrón Besnier más voluntarios, recién llegados de Baja Normandía. El Equipo de Reconocimiento Móvil alcanza por tanto los 183 hombres gracias a esos nuevos reclutas, los cuales informan al capitán Besnier de que siguen quedando muchos carros en Normandía (entre los que se encuentran algunos vehículos Panther). Profundamente interesado en esa información, solicita permiso para efectuar un asalto en la región.
Finalmente llegan a Normandía y se ponen a trabajar en nada más y nada menos que 15 vehículos blindados recuperados en los campos de batalla. Una tarea difícil y, a menudo, desagradable, pues en su interior algunos aún albergaban los cadáveres congelados de la tripulación. Sin embargo, al final, Besnier y sus tropas consiguen recuperar un Tiger, dos Panther (A y G), once Panzer IV, un Jagdpanzer IV y dos cañones de asalto Sturmgeschütz III.
De Equipo de Reconocimiento Móvil a Escuadrón Blindado Autónomo
Llegamos a marzo de 1945 y el Equipo de Reconocimiento Móvil se convierte en el Escuadrón Blindado Autónomo de Besnier. Una unidad muy peculiar que es enviada a la guarnición de Machecoul, en la región de Loira Atlántico. Esta vez, nada de misiones de combate, sino de entrenamiento: los hombres de Besnier reciben el encargo de formar a la próxima generación de expertos en carros de combate franceses.
Entretanto, los carros de la unidad se repintan. Los franceses se apropian de esos carros alemanes adornándolos con emblemas azules, blancos y rojos o la Cruz de Lorena, y rebautizándolos con nombres de regiones o provincias francesas. El Panther A se convierte en el Bretagne, mientras que su primo, el G, recibe el nombre de Dauphiné.
Un mes después del fin de la guerra en Europa, esos carros se envían a Alemania. A día de hoy, si bien es cierto que el Bretagne jamás lanzó un solo proyectil en combate bajo mandos franceses, no cabe duda de que su historia es a la par atípica y fascinante.
Contemplad por vosotros mismos a esta belicosa bestia en el Tankfest.
¡A rodar!