Unas 800.000 mujeres sirvieron en el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial. La mayoría lucharon directamente en el frente. Algunas tuvieron la suerte de luchar al margen, como las mujeres entrenadas para las unidades antiaéreas. No obstante, Mariya Oktyabrskaya fue enviada al centro de la acción.
¿Cómo acabó allí? Esta historia real supera cualquier ficción. Mariya nació en 1905 en una familia pobre. De hecho, "pobre" se queda corto, ya que en aquella época se la consideraba una "sierva": una manera elegante de decir esclava. Debido a ese pasado, ella recibió el comunismo de buena gana, ya que le brindó una educación, dos trabajos e incluso un esposo.
El nacimiento de la Novia Luchadora
En 1925, se casó con Ilya Oktyabrsky, un oficial del ejército soviético. Fue entonces cuando empezó a cogerle gusto a la vida militar: se formó como enfermera, y aprendió a usar armas y a conducir vehículos. Una gran soldado en ciernes.
Cuando la Alemania nazi invadió el Frente Oriental, su marido cayó en combate cerca de Kiev en agosto de 1941. En aquel momento las comunicaciones eran erráticas, así que tardó dos meses en enterarse de la mala noticia. Con la venganza como único propósito, vendió todas sus posesiones para construir un carro T-34 por 50.000 rublos.
La Novia Luchadora según World of Tanks: Mercenaries
Aunque tampoco era nada inusual para la época, Mariya Oktyabrskaya contribuyó bajo dos condiciones: quería conducir y ponerle un nombre al carro de combate. Incluso llegó a pedírselo al mismísimo Stalin, quien aceptó. Mariya tuvo la suerte de recibir un entrenamiento completo de cinco meses, a pesar de que la mayoría de carristas eran enviados de inmediato al frente. Ahora era una conductora y una mecánica.
Bautismo de fuego
Según la mayoría de soldados del Ejército Rojo, también era un truco publicitario. Pero pronto se comerían sus propias palabras. Su carro de combate, la Novia Luchadora ("Боевая подруга"), fue enviado a Smolensk para aplastar a la resistencia alemana. Allí, su carro recibió un impacto y, a pesar de las órdenes, Mariya salió de este para repararlo bajo fuego enemigo.
Este suceso le ganó el respecto de sus camaradas masculinos. Pero a veces el respeto no es suficiente, y hay que añadir un rango para confirmarlo: la ascendieron a sargento.
Un mes después, en Vitebsk, atacó unas posiciones defensivas enemigas y una vez más salió de su carro para repararlo. La Novia Luchadora quedó momentáneamente sin utilidad debido a los proyectiles de artillería, pero Mariya siguió luchando.
Heroína de la Unión Soviética
Su reputación crecía rápidamente, pero la ofensiva de Leningrado-Novgorod resultaría ser su final. Allí, Mariya y su tripulación arrasaron las trincheras, destruyeron las posiciones alemanas, e incluso abatieron una artillería autopropulsada. Pero la Novia Luchadora recibió un tercer impacto. Sus orugas necesitaban una reparación, así que Mariya Oktyabrskaya volvió a salir del carro para ocuparse de ello. Pero esta vez recibió un disparo.
Perdió la consciencia y nunca volvió a recuperarla. Mariya estuvo en coma durante dos meses, hasta que finalmente murió el 15 de marzo de 1944. Su carro de combate sobrevivió: en el caos de la batalla, Mariya consiguió reparar sus orugas, y el T-34 llegó hasta Berlín.
Tras su muerte, la nombraron heroína de la Unión Soviética por su valentía. Inspiró a miles de mujeres para que se unieran a la lucha.
¡A rodar!