¡Atención!
El objeto de noticias que estás visualizando está en el formato de la antigua web. Puede haber problemas de presentación en algunas versiones de navegadores.

Cerrar

Batalla de Montecassino: Primera Ofensiva [ACTUALIZADO]

La Batalla de Montecassino consistió en una serie de cuatro batallas, que comenzaron el 17 de enero. Con el fin de romper la línea de Invierno y apoderarse de Roma, las fuerzas aliadas trataron de llegar a un pequeño pueblo en la montaña de Cassino, que ofrecía una muy buena observación del terreno y una fuerte posición defensiva contra los alemanes y los italianos.

World of Tanks conmemora estas batallas de montañas y anuncia la oferta especial Batalla de Montecassino esta semana.

La oferta especial batalla de Montecassino tendrá lugar en World of Tanks desde las 5:30 GMT del 12 de enero hasta las 5:00 GMT del 17 de enero.

¿Te sientes orgulloso por haber obtenido mucha experiencia en una de las batallas de ayer? ¡Con nuestra oferta podrás superar tu resultado!

  •  La experiencia obtenida por la primera batalla en vez de duplicarse se multiplicará por 3

Reparación clásica del tanque o la compra del botiquín, un café cargado que les gusta tanto a tus nuevos tripulantes franceses o un extintor que te calmará al recibir un impacto en el compartimiento de munición de tu E-100... ¡No te resistas - todos costarán 20 de oro!

  •  60% de descuento en la compra de consumibles que se compran por oro

¿Te quedan pocos créditos para comprar el nuevo tanque pesado AMX 50B? ¡Ha llegado la hora de abrir tu saco con oro y obtener beneficios de la oferta gracias a la ratio excepcional de la conversión del oro en créditos!

  •  20% de bonus al convertir el oro en créditos

¡Aprovéchate de las ventajas que te ofrecen estas oportunidades y mucha suerte en los campos de batalla!

Para que cada uno pueda apreciar la oferta de Montecassino que actualmente tiene lugar en World of Tanks, os ofrecemos un artículo histórico detallado que casi os hará sentir participantes de esta batalla:

Según las palabras del comandante del quinto ejército el Teniente General Mark W Clark,

Uno de nuestros objetivos estratégicos principales fue atraer las fuerzas del enemigo lejos del frente ruso y del área costera francesa, detenerles y contenerles en la Península Itálica, mientras que otro objetivo era liberar tanto territorio de Italia como fuera posible con los medios que teníamos a nuestra disposición.

En enero de 1944 había esperanza de que se pudiera romper la defensa alemana en la Línea Gustav al realizar un ataque coordinado por el quinto ejército estadounidense y una operación de desembarco marino por el VI Cuerpo del ejército estadounidense en la población de Anzio,  en la costa sureña de Roma.

La operación del desembarco en Anzio fue nombrada operación SHINGLE y su objetivo era cortar las líneas alemanas de comunicación en dirección al sur de Roma. Al mismo tiempo se esperaba que el II Cuerpo del ejército estadounidense con la ayuda del ejército francés rompieran la línea Gustav. Pero no tuvieron éxito y las fuerzas aliadas que habían desembarcado en Anzio se encontraron  aisladas y eran atacadas constantemente.

Esto añadió presión y las fuerzas que estaban atacando la Línea Gustav tuvieron que acudir a su rescate.

Según resumió un historiador militar británico,

Los roles de Anzio y Cassino en el evento resultaron contrarios al plan. Al final Cassino se convirtió en el rescatador de Anzio en vez de que Anzio ayudara a crear condiciones para la ruptura en Cassino.

En vez de ser una ruptura rápida, la batalla de Montecassino se convirtió en una larga guerra de agotamiento.

El primer ataque fue un desastre. El terreno dominado por las cadenas de montañas era ideal para defenderse. La ventaja de los alemanes consistía en ocupar los puntos más elevados del terreno. Podían disparar desde las posiciones fortificadas en las montañas contra las fuerzas aliadas que iban avanzando.

El historiador Richard Holmes echaba la culpa a la incompetencia y a la pobre coordinación entre los comandantes británicos y americanos que se encontraban al mando. Llegó aún a nombrar a la primera batalla como

ataque de leones dirigidos por burros.

 Al montar el ataque el quinto ejército estadounidense con su II cuerpo de ejército, el cuerpo X británico y las fuerzas de expedición francesas bajo el mando del General Alphonse Juin atacaron la línea Gustav. Se planeó que durante Montecassino, los soldados franceses y británicos atacaran por los flancos, mientras que los americanos atacarían el valle de Liri por la sexta Ruta.

 Hacía un tiempo atroz mientras los soldados franceses cruzaban el Rapido y avanzaban por las montañas en el norte de Cassino. Era una lucha agria y sangrienta con participación de los soldados marroquíes y argelinos (los cuerpos franceses de expedición) combatiendo mano a mano contra los alemanes de la 5ª división de Montaña. Casi lograron romper la línea alemana, pero no lo lograron por la simple falta de recursos humanos, es decir, combatientes, para continuar luchando, y ya no había más soldados en reserva.

La congelación y los “pies de trinchera” provocados por la humedad y el frío añadieron víctimas entre los soldados africanos que lucharon entre el hielo y la nieve sólo con una manta y sin ninguna ropa de invierno.

No lo tenía más fácil el II Cuerpo de Ejército estadounidense al intentar avanzar hacia el valle de Liri. Los alemanes cubrieron las orillas del río con alambre de espino y minas, convirtiéndolas así en un lugar de masacre.

Los alemanes atacaron hábilmente desde los fortines y búnkers creados en los sótanos de las casas de piedra.

La División 36 estadounidense (Texas) fue derrotada por completo al intentar cruzar el Rapido o “el Río de Sangre” como lo llamaron en los días 20-22 de enero.

Después de la derrota de su campaña militar, un oficial de infantería estadounidense declaró:

Tenía 184 soldados a mi disposición... 48 horas más tarde tenía 17. Si esto no es un asesinato a gran escala, que me digan qué es.

 La División 36 estadounidense perdió 2000 soldados y al final de la batalla sólo le quedaba un tercio de su fuerza de combate. La División 34 ahora atacaba el Rapido y trataba de capturar Cassino desde el norte.

Después de una batalla muy disputada, se acercaron 1000 yardas más al monasterio pero tuvieron que detenerse poco después, al encontrarse con los nidos de ametralladoras alemanas. La misma situación se daba en la ciudad donde cada edificio había sido convertido en un punto de apoyo.

Los americanos seguían avanzando sufriendo grandes pérdidas en un terreno accidentado donde cada movimiento o esfuerzo dirigido a recibir abastecimiento o municiones resultaba descubierto  y atacado por los defensores alemanes.

Ambos lados lucharon hasta la extenuación. La defensa alemana la hacín las fuerzas de la División Panzer Grenadier 90 que había luchado contra el octavo Ejército en la África del Norte. La División recibió apoyo por parte de los paracaidistas de la 1ª División paracaidista del Comandante General Heidrich, conocida como “la mejor División del Ejército Alemán”.

El II Cuerpo de Ejército estadounidense  luchó hasta quedarse desconcentrado y aturdido. El éxito parecía estar cerca, pero el invierno, los acantilados y el terreno montañoso favorecieron a los defensores alemanes. La realidad del esfuerzo realizado por las tropas americanas se hizo patente cuando una división Neozelandesa llegó para relevarles en el frente.

En la primera batalla de Montecassino las tropas aliadas no pudieron alcanzar los objetivos deseados. Esta batalla provocó muchas víctimas y afectó al espíritu de las tropas que a pesar de haber mostrado gran valentía y de haber hecho tantos sacrificios no obtuvieron los resultados deseados.

Un distinguido corresponsal de guerra Doon Campbell confesó:

Nunca en mi experiencia de guerra en seis escenarios diferentes vi algo que fuera tan espectacular, tan alucinante, tan dramático como lo había sido la posición inexpugnable de Montecassino.

Para los comandantes del ejército aliado era obvio que el camino hacia Roma pasaba por el monasterio de Montecassino, que había sido fundado por San Benito y se consideraba la cuna de la vida monástica del siglo VI en Europa. El monasterio se encontraba en la cumbre de una montaña, por encima de un valle y ofrecía una posición perfecta de observación de modo que un solo soldado alemán podría orquestar y coordinar el fuego de artillería con gran precisión.

Aunque la Santa Sede y el mando alemán habían llegado a un acuerdo de que no habría soldados alemanes en el monasterio, los aliados decidieron bombardearlo para asegurarse de que los alemanes no se hubieran aprovechado de su posición ventajosa.

Afortunadamente, la valentía y el coraje estaban presentes por ambos lados de la batalla de Monte Cassino. Un oficial de Viena, Julius Schlegel, de la División Panzer de Hermann Göring, por voluntad propia, decidió no seguir las órdenes de sus comandantes, y propuso enviar las reliquias religiosas a la Ciudad de Vaticano. El abad en principio no se lo permitió, ya que era consciente de los numerosos casos de saqueo  realizados por los alemanes.

Deseó no poner en peligro los tesoros seculares que conservaba cuidadosamente en el monasterio. Sin embargo, el teniente coronel Schlegel demostró ser un hombre honesto y digno de confianza. Insistió en trasladar la colección del monasterio para que estuviera fuera de peligro ya que las condiciones alrededor de Montecassino iban empeorando. Gracias a su esfuerzo las reliquias fueron salvadas. Si se hubieran quedado en el monasterio habrían resultado arrasadas y perdidos para siempre después de los bombardeos aéreos de los aliados.

Sólo la destrucción total del monasterio y tres batallas consecutivas más permitieron que los aliados capturaran Roma en mayo de 1944.

Sin embargo, la valentía y el coraje de los hombres que combatieron en Montecassino nunca será olvidado y su legado aún pervive.

Fuente: Dr  Christopher Pugsley, Department of War Studies, Royal Military Academy Sandhurs

Cerrar