El ISU-122S en mayo de 1945. El ISU-122S en mayo de 1945. Las inscripciones proclaman «Somos rusos, hemos ganado» y «Gloria a los artilleros soviéticos»

Un solo vistazo al bruto soviético ISU-122S debería dejar claro su potencial destructivo. Con un cañón de 122 mm capaz de disparar más de ocho proyectiles por minuto, su formidable potencial de daño lo convierte en una máquina despiadada.

El hecho de que la mayoría de modelos producidos sobrevivieran a la Segunda Guerra Mundial es un verdadero testamento del ISU-122S. Ello se dio a pesar del uso de combate variado del carro. Desde su creación en 1944, el ISU-122S ha ejercido de cazacarros, de cañón de asalto potente y de obús autopropulsado. Los comandantes más astutos pueden exprimir esta flexibilidad al máximo.

Su rápido tiempo de recarga se traduce en un alto valor de DPM, siendo apto para tácticas de apoyo o un estilo de juego agresivo. Este último se puede combinar con su velocidad punta de 43 km/h y su capacidad de realizar disparos continuos.